martes, 10 de enero de 2012

Aún hay muchas cosas por decir.

TIC. TAC. TIC. TAC. TIC. TAC.

Daba la sensación de que el reloj iba cada vez más lento. Todavía faltaban dos horas para que marcaran las 6.
Estaba nerviosa y apenas podia concentrarse; se sentía así desde que él le había preguntado en el pasillo a la mañana si podía quedar esa misma tarde. Ambos sabían que hacía tiempo que tenían cosas que hablar pero él sostenía que quizás era mejor no hacerlo.
No podía imaginarse qué era lo que él pensaba que ella le tenía que decir, pero estaba claro que necesitaba explicarle por lo que estaba pasando para que él la comprendiera mejor. A ella y a sus repentinos cambios de humor. Necesitaba que él supiera cuánto daño le hacía con sus gestos de rechazo, aunque fuera inconscientemente. Deseaba que le mimara un poco más, como ella intentaba hacer con él a pesar de que a duras penas le dejaba.
Incluso hubo alguna semana en la que se maldijo por haberse fijado en él y no en otro, pero últimamente había estado más contenta, más relajada.
A pesar de ello, debía hablar con él y esa tarde por fin iba a hacerlo. Sólo tenía que esperar a que el dichoso reloj marcara de una vez por todas las 6.

2 comentarios:

  1. Y que paso despues de las 6? ;D
    Me ha gustado el texto :)
    Un besito ^^

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  2. Lo que ha pasado después de las seis todavía no se sabe xD Tendrá su propia entrada cuando llegue el momento :D
    Otro besito para ti ^^

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